Hoy tuve el honor de acompañar durante un ratito
a la compañera Miriam Pérez Mendoza, en la puerta de lo que pomposamente
llamamos Sede Sindical, o Casa del Pueblo, aunque hoy es más que nunca la sede
de una empresa con ánimo de lucro, o lo que es lo mismo la UGT Canaria, en su
lucha por una causa justa.
Hoy siento vergüenza ajena, de que personajillos
de medio pelo como Gustavo Santana Martel, o toda su ejecutiva regional de la
UGT Canaria, se llamen a sí mismo “sindicalistas”, cuando en realidad se deberían
de llamar “ejecutivos de la patronal”, hoy siento vergüenza ajena, de que
incluso los que un día fueron compañeros (hasta que por vergüenza sindicalista
me fui de la UGT Canaria) sindicalistas en la UGT de Tenerife, cuando se les
pregunta ¿Qué opinan de lo que está sucediendo?, te contestan “a mí me es igual
no va conmigo”, hoy siento vergüenza
ajena por todos los cargos institucionales y orgánicos socialistas de Canarias
en general y Tenerife en particular, porque con alguna salvedad, ninguno da la
cara y no apoyan a la compañera en su lucha, hoy me siento más sindicalista y
socialista que nunca, porque hoy puede estar un ratito con la compañera y
compañeros que le acompañan en esta lucha justa.
Es lamentable que esto suceda en cualquier lugar
u empresa, pero lo que ya no tiene justificación que la UGT, un sindicato de
clase (o por lo menos muchos pensábamos que lo era), esté actuando como
cualquier empresa al uso, es decir, que solo actúe con ánimo de lucro, y hasta
que no se demuestre lo contrario el secretario general de Canarias de la UGT,
amparado, sostenido y apoyado por la ejecutiva regional, es el responsable de
todo esto, son los responsables de que hoy en Canarias, las personas honradas
piensen cargadas de razón que la UGT Canaria se ha vendido irremediablemente y
con toda la parafernalia a la patronal canaria, y en este mundo, señoras y
señores, nadie da nada si no es a cambio de algo, y ese algo, algún día tendrán
que rendir cuentas, cuando en UGT Canaria se depuren responsabilidades, y ese día
sabremos porque GUSTAVO SANTANA MARTEL Y SU EJECUTIVA, actúan como vulgares
trapisondistas a las ordenes de la patronal.
Yo sigo creyendo que de lo que sucede en Canarias
no están muy enterados en la UGT Nacional, porque me temo que allí en Madrid
consideran que Canarias está muy lejos de España.
Para rematar y aunque me digan en Canarias que
soy un godo o un enterado, si esto sucede en mi tierra, es decir si esto que
está haciendo GUSTAVO SANTANA MARTEL, lo hacen en mi tierra, al día siguiente
los afiliados de UGT lo defenestramos, pero no solo a él, sino a todos los
mamandurrias que le acompañan en la ejecutiva regional, porque todos, desde
Gustavo hasta el último mono de la ejecutiva, se lo están llevando crudo (vamos
que tienen buenas nóminas), y eso sale de las afiliaciones de los militantes
sindicalistas y las subvenciones del estado (que la pagamos todos los
españoles).
Tengo la esperanza de que esto solo suceda en
Canarias con la UGT, y tengo la esperanza de que a Cándido Méndez, que me
imagino que todavía le queda alguna neurona, tome cartas en el asunto y nombre
una gestora para Canarias, porque no se puede permitir que un sindicato de
clase se aproveche de las reformas laborales del Partido Popular para su uso y
disfrute.
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